Las elecciones del 5 de mayo en Panamá no solo marcaron un hito en términos de participación ciudadana, sino que también dieron inicio a una nueva era política en el país centroamericano. Con una asistencia récord del 77,7%, los panameños se volcaron a las urnas en un claro ejercicio de democracia y compromiso cívico, superando las cifras de todas las elecciones previas desde el retorno a la democracia tras la caída del régimen dictatorial en 1989.
El Tribunal Electoral informó que desde 1994, año en que se celebraron las primeras elecciones post-dictadura con una participación del 73,7%, el interés y la participación ciudadana en los procesos electorales han ido en aumento. Sin embargo, fue en 2024 cuando se alcanzó el punto más alto de involucramiento, demostrando una madurez política en la sociedad panameña.
El resultado de estas elecciones fue un claro mensaje de cambio y renovación. José Raúl Mulino, candidato presidencial del partido Realizando Metas (RM), emergió como el ganador con el 34,2% de los votos. Su ascenso al poder representa una nueva dirección en la política panameña, marcada por la voluntad de la ciudadanía de romper con los esquemas tradicionales.
La Asamblea Nacional, compuesta por 71 diputados, reflejó esta voluntad de cambio al no otorgar mayoría a ningún partido. Los partidos tradicionales perdieron terreno frente a las fuerzas independientes, que lograron un histórico número de escaños, pasando de apenas 5 a al menos 20, convirtiéndose en la primera minoría legislativa.
Analistas políticos coinciden en que estos resultados marcan un antes y un después en la historia política de Panamá. Señalan que los partidos tradicionales deben repensar sus estrategias y adaptarse a las demandas de una ciudadanía que busca una mayor transparencia y eficiencia en la gestión pública.
En su discurso de proclamación como presidente electo, José Raúl Mulino enfatizó la importancia de la unidad y el diálogo en la nueva etapa que se abre para Panamá. Su intención de gobernar junto con la oposición y de tender la mano a los diputados independientes refleja un compromiso con la construcción de consensos y la búsqueda de soluciones para los desafíos que enfrenta el país.
Estas elecciones del 5 de mayo de 2024 marcaron un punto de inflexión en la historia política de Panamá. La alta participación ciudadana, el surgimiento de nuevas fuerzas políticas y el mensaje de cambio expresado en las urnas son señales de una sociedad en busca de un futuro más inclusivo, transparente y próspero.
Que bueno 👏
Todos queremos un cambio positivo para Panamá
La juventud participando excelente