El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha anunciado un enfoque para la reforma constitucional del país, a la que él llamo una “alfabetización constitucional”. En su conferencia de prensa semanal, Mulino aclaró que este proceso busca educar a la ciudadanía sobre el concepto de una constituyente sin alterar el orden del Estado ni interrumpir los períodos de los actuales funcionarios. La iniciativa, que comenzará en enero, será el primer paso hacia una nueva Constitución Nacional.
El presidente subrayó que, a diferencia de los temores sobre la constituyente paralela, su enfoque no interrumpirá el funcionamiento del gobierno actual. El proceso incluirá debates y una elección para la adopción de una nueva Constitución al final de su mandato. Este anuncio llega tras intentos fallidos anteriores de reformas constitucionales, incluyendo la propuesta retirada por el expresidente Laurentino Cortizo en 2019 debido a la presión ciudadana.
Mientras la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede) ha celebrado la propuesta, algunos críticos y ciudadanos siguen escépticos, temiendo que la reforma pueda resultar en cambios drásticos. La controversia continúa en torno a la manera en que se llevará a cabo el proceso y sus posibles implicaciones para la estructura política del país.
Amanecerá y veremos qué tal