En un trágico incidente en Queens, Nueva York, un joven de 19 años perdió la vida después de que la policía respondiera a una llamada de emergencia. El caso ha generado un intenso debate sobre los métodos de respuesta a situaciones de crisis de salud mental por parte de las fuerzas del orden.
Win Rozario, un adolescente tranquilo y educado según su familia, llamó al 911 buscando ayuda durante un episodio de crisis de salud mental. Su madre, Notan Eva Costa, suplicó a los agentes que no dispararan cuando entraron a la casa de la familia en respuesta a la llamada de Rozario.
La situación rápidamente escaló cuando, en cuestión de minutos, uno de los agentes de policía disparó su arma, hiriendo mortalmente a Rozario. Este incidente ha suscitado indignación y llamados a una revisión de los protocolos de respuesta policial a emergencias de salud mental.
La familia de Rozario y defensores de la justicia social han exigido una revisión de los métodos de respuesta de la policía en casos que involucran a personas con enfermedades mentales. Argumentan que el uso de la fuerza letal en estas situaciones es innecesario y peligroso.
La policía de Nueva York ha afirmado estar cooperando plenamente con la investigación del caso y ha expresado su compromiso de mejorar sus protocolos de respuesta a situaciones de crisis de salud mental. Sin embargo, la tragedia de Rozario destaca la necesidad urgente de reformas en este ámbito.
Organizaciones locales han pedido un cambio radical en el enfoque de respuesta a emergencias de salud mental. Sugieren la implementación de programas que envíen personal capacitado en salud mental para manejar estas situaciones, en lugar de depender únicamente de agentes de policía armados.
El caso de Win Rozario resalta la importancia de abordar de manera efectiva las crisis de salud mental en la comunidad. Su trágica muerte ha generado un llamado a la acción para garantizar que situaciones similares se manejen de manera más segura y compasiva en el futuro.
Increíble q pase esto