La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha actualizado sus proyecciones de crecimiento para la región, advirtiendo sobre las amenazas que podrían obstaculizar su desarrollo económico. A pesar de un ligero aumento en la proyección de crecimiento para 2024, situada en un 2,1%, se destaca que América Latina se enfrenta a un desafío crucial para alcanzar un crecimiento más dinámico y sostenible.
La Cepal identifica varios factores que podrían poner en riesgo el crecimiento económico de la región. Entre ellos se encuentran las tensiones geopolíticas que están reconfigurando las cadenas de valor a nivel global. Esta situación podría afectar negativamente el comercio y la actividad económica en América Latina.
Otra amenaza proviene de los posibles aumentos en los precios de los productos básicos, lo que podría mantener altas las tasas de interés en los países desarrollados. Esto, a su vez, podría dificultar la reducción de las tasas de interés en las economías emergentes y aumentar la carga de la deuda, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados.
Además, la región se enfrenta a una “triple trampa” que obstaculiza su desarrollo: una trampa de bajo crecimiento, una trampa de alta desigualdad y baja movilidad social, y una trampa de baja capacidad institucional y gobernanza ineficaz. Estos problemas estructurales están contribuyendo a mantener la región en una senda de bajo crecimiento, lo que representa un desafío significativo para su desarrollo económico a largo plazo.
La Cepal enfatiza la necesidad de aumentar la productividad y la inversión, tanto en capital físico como humano, para impulsar el crecimiento económico en la región. Se destacan sectores clave, como la infraestructura, las telecomunicaciones, la digitalización, la investigación y el desarrollo, como áreas con grandes oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Sin embargo, la situación económica de América Latina también ha sido analizada por otros organismos internacionales. El Banco Mundial ha señalado que a pesar de la gestión macroeconómica sólida, las perspectivas de crecimiento siguen siendo bajas debido a factores como la baja inversión, altas tasas de interés y déficits fiscales elevados. Además, la violencia en algunos países de la región está comprometiendo los avances en la atracción de inversiones.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado a la baja las perspectivas de crecimiento para América Latina y el Caribe, señalando un crecimiento por debajo del promedio de las economías emergentes y en desarrollo. Se destacan preocupaciones específicas para países como Brasil y México, que enfrentan desafíos en sectores clave como la manufactura y la agricultura.
Por último, América Latina se encuentra en un momento crucial en su camino hacia el desarrollo económico sostenible. A pesar de las amenazas y desafíos, existen oportunidades para impulsar el crecimiento y mejorar las perspectivas a largo plazo. Sin embargo, esto requerirá un enfoque integral que aborde tanto los problemas estructurales como los desafíos coyunturales que enfrenta la región.
