La Unión Europea (UE) decidió este martes mantener a Panamá en su lista negra de paraísos fiscales, tras evaluar que el país centroamericano no ha realizado los cambios necesarios en su legislación ni ha mostrado avances significativos en materia de transparencia fiscal. La decisión también afecta a otras diez jurisdicciones que, según el bloque europeo, continúan sin cooperar adecuadamente en la lucha contra la evasión y el fraude fiscal.
Según el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la UE, Panamá sigue sin implementar reformas clave que había prometido previamente, lo que motivó que los Estados miembros votaran a favor de su permanencia en el listado de territorios considerados como no cooperadores. Este listado busca incentivar a los países señalados a ajustar sus prácticas fiscales a los estándares internacionales.
La permanencia en esta lista podría traer consecuencias económicas y comerciales para Panamá, como el endurecimiento de controles en operaciones financieras y la reducción de inversiones extranjeras provenientes de Europa.
El gobierno panameño, por su parte, ha expresado en ocasiones anteriores su desacuerdo con la inclusión en este listado, argumentando que el país ha avanzado en la adopción de medidas contra el blanqueo de capitales y la evasión fiscal. No obstante, Bruselas insiste en que esos esfuerzos no son suficientes.
La lista negra de paraísos fiscales de la UE es actualizada periódicamente y actualmente incluye a once jurisdicciones. Además de Panamá, figuran países como Trinidad y Tobago, Samoa y las Islas Vírgenes Americanas, entre otros.
Las autoridades europeas subrayan que el objetivo de esta lista no es sancionar, sino promover la cooperación internacional y garantizar que todos los países contribuyan de manera justa al sistema fiscal global.