Era un día de esperanza para Marleny Boyd Díaz, de 12 años. Tras una visita a la Ciudad Capital para hacer el cambio de su beca y comprar útiles escolares, la niña salió de su hogar en Loma Cova y continuar con sus estudios en la comunidad de Soledad Mandinga, en la comarca Guna Yala. Sin embargo, el destino tenía otro plan.
En la madrugada del domingo, Marleny se embarcó en un viaje de regreso a casa. Un vehículo, con 9 pasajeros a bordo, se dirigía hacia la comarca cuando, cerca del corregimiento de Pacora, ocurrió la tragedia.
El automóvil perdió el control y se precipitó por un barranco. Marleny encontró la muerte en el accidente, mientras que los otros 8 pasajeros resultaron heridos.
Las autoridades de tránsito informaron que en el vehículo accidentado viajaban 9 personas, 5 adultos y 4 menores.
Según relatos de los sobrevivientes, el conductor, de 28 años, conducía a alta velocidad y manipulaba su teléfono, perdiendo el control del vehículo.
Usuarios habituales de este medio de transporte han denunciado la imprudencia de muchos conductores, quienes se distraen durante el manejo, ya sea conversando con los pasajeros o usando el celular.
A pesar de las advertencias del Congreso General Guna sobre la importancia de la precaución y la prohibición del uso del teléfono celular, algunos conductores desatienden estas recomendaciones, provocando tragedias como la que enlutó a una familia guna y truncó los sueños de una niña que regresaba feliz a clases.