Desde marzo de 2023, el Parlamento en Inglaterra ha establecido una nueva ley que hace obligatorio el uso de microchips para todos los gatos. Según esta ley, los felinos deben recibir un implante de microchip cuando cumplen 20 semanas de edad, y sus datos deben estar actualizados.
Los propietarios tienen un plazo de 21 días para acudir a su centro veterinario y colocar el microchip. En caso de incumplimiento, las multas pueden alcanzar las £500. La decisión de implementar esta medida se basa en dos razones principales: facilitar la localización de los gatos en caso de extravío y prevenir el abandono de estos animales en las calles. El microchip se inserta rápidamente debajo de la piel del gato, proporcionándole un código único que permite su identificación.
OPINÍON PÚBLICA
La opinión pública sobre el uso obligatorio del microchip para gatos en Inglaterra es variada. Algunos propietarios de mascotas apoyan la medida, ya que facilita la identificación y localización de los gatos en caso de extravío. Argumentan que esto podría reducir el número de gatos abandonados en las calles. Sin embargo, otros consideran que es una intromisión en la privacidad de los dueños y sus mascotas.
La multa por incumplimiento también ha generado debates. En general, la opinión está dividida entre la seguridad y la libertad individual.
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