La crisis democrática en Venezuela, el flujo de migrantes a través de la selva de Darién y la amenaza constante del narcotráfico y el crimen organizado fueron los temas abordados en reunión ayer martes 7 de agosto por el presidente de la República de Panamá, José Raúl Mulino, y la jefa del Comando Sur, general Laura Richardson, en el Salón Paz del Palacio de las Garzas.
Mulino aprovechó la presencia de la general Richardson y de la embajadora de Estados Unidos en Panamá, Mari Carmen Aponte, para pedirle apoyo al gobierno norteamericano en torno a su iniciativa de invitar a 17 mandatarios del hemisferio a una reunión en Panamá este mes, con el fin de hacer una declaración conjunta sobre Venezuela, y buscar una solución pacífica para el conflicto en esa nación.
La invitación a los presidentes y jefes de Estado fue anunciada ayer martes por el presidente Mulino en su cuenta de la red social X.
Debido a que el 66% de los migrantes que pasan por la selva de Darién son de nacionalidad venezolana, Mulino consideró que la actual situación en Venezuela agravará la crisis migratoria en el hemisferio. La vasta mayoría de los hombres, mujeres y niños que cruzan a pie la frontera entre Panamá y Colombia y continúan a lo largo de Centroamérica, tienen como destino final Estados Unidos.
La general Richardson y la embajadora Aponte mostraron preocupación por la inestabilidad democrática y de seguridad en los países del hemisferio, y enfatizaron la importancia de Panamá como socio estratégico.
Para ello, dijeron que están dispuestos a realizar importantes inversiones que ayuden a asegurar la sostenibilidad democrática de Panamá y la región.
La delegación de Estados Unidos ofreció cooperación con Panamá en el tema de los vuelos de repatriación de migrantes que llegan a Darién.
La jefa del Comando Sur también ofreció a los estamentos de seguridad panameños asistencia en el mantenimiento de los helicópteros del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), pues el gobierno anterior dejó la mayoría de la flota abandonada y en tierra.
“Estados Unidos no tiene mejor aliado que Panamá”, expresó Mulino, quien solicitó asistencia a Estados Unidos en materia de seguridad, tecnología y cooperación.
Acompañaron al presidente Mulino su canciller, Javier Martínez Acha; el Ministro de Seguridad, Frank Ábrego; y los directores de los estamentos de seguridad: Jaime Fernández (Policía Nacional), comisionado Jorge Gobea (Senafront), comisionado Luis Antonio De Gracia (Senan) y el director del Servicio Nacional de Migración, Roger Mojica.
Junto con la embajadora Aponte y la general Richardson estuvieron Ann Lynch y Julian Cheater (asesores de la jefa del Comando Sur); además del Oficial Principal de Defensa, Daniel Betancourt y Lance Awbrey, jefe de la Oficina de Cooperación de Defensa.
Fuente: Presidencia de la República de Panamá