La Unicef llevó a cabo una consulta en octubre del año pasado, abarcando a 11,475 panameños con edades comprendidas entre los 8 y 25 años.
Los resultados revelan un panorama sombrío: la corrupción, una preocupación palpable, afecta en especial a la población de 25 años, pero también preocupa a los más jóvenes, de entre 8 y 13 años.
Los niños, adolescentes y jóvenes en Panamá se enfrentan a un panorama desalentador, donde las preocupaciones más apremiantes son la corrupción, el desempleo, el elevado costo de la vida, la calidad deficiente de la educación, la inseguridad y la violencia.
Estas inquietudes reflejan una realidad amarga que afecta a la juventud panameña y que requiere una acción urgente por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto.