Roman Vasiliovich Gorilyk, un antiguo guardia del puesto de control de la central nuclear de Chernobyl, ha regresado a Ucrania después de más de dos años en cautiverio ruso. Las imágenes difundidas muestran a un hombre demacrado, con los huesos prominentes, resultado de las condiciones inhumanas que soportó en Rusia debido a la violencia impulsada por el Kremlin
Gorilyk fue detenido en marzo de 2022, poco después de que Moscú lanzara su invasión a gran escala de Ucrania. A pesar de no haber participado en combates, fue secuestrado y llevado a través de Bielorrusia. Ni él ni los otros prisioneros recibieron visitas de observadores del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), lo cual constituye un incumplimiento flagrante del derecho internacional.
El estado de Roman y otros prisioneros de guerra ucranianos ha evocado horror y asociaciones con las páginas más oscuras de la historia humana, recordando los campos de concentración nazis. Este trágico caso se ha convertido en un símbolo de la brutalidad del régimen de Vladimir Putin. Es fundamental que se denuncie la falta de visitas de observadores del CICR para arrojar luz sobre el trato inhumano a los prisioneros de guerra.
¿Qué sucedió con los otros prisioneros?
Los otros prisioneros de guerra ucranianos también fueron liberados en el canje. Aunque no se han proporcionado detalles específicos sobre su estado, es importante destacar que su liberación es un paso positivo. Sin embargo, la situación de Roman Gorilyk ha llamado la atención debido a su extrema debilidad y deterioro físico. Esperamos que todos los prisioneros liberados reciban el apoyo necesario para recuperarse y reintegrarse a sus vidas.
Es doloroso ver cosas así como el mundo necesita más conciencia
Increíble lo inhumano que debió ser la forma en la que lo trataron