En los últimos años, la cirugía para cambiar el color de los ojos ha ganado popularidad como un procedimiento estético. Muchas personas desean tener ojos de un tono diferente al que la naturaleza les otorgó. A continuación, te presento las técnicas quirúrgicas disponibles y sus riesgos asociados:
Colocación de Implantes Iridianos de Color:
Esta técnica consiste en insertar implantes de color en el iris para alterar su tonalidad. Los implantes pueden ser de diferentes colores, como azul, gris o verde.
Originalmente, se desarrolló como un tratamiento para mejorar la calidad de vida de pacientes con lesiones oculares graves.
Riesgos: Infección, irritación, desplazamiento del implante y cambios en la presión intraocular.
Despigmentación del Iris con Láser: Mediante un láser, se elimina parte del pigmento del iris para aclarar su color.
Riesgos: Posible daño a la córnea, inflamación y cambios en la visión.
Queratopigmentación Anular: Se coloca pigmento en la capa superficial de la córnea para cambiar el color de los ojos.
Riesgos: Infección, reacciones alérgicas y alteraciones visuales.
Es importante destacar que la cirugía de cambio de color de ojos no está aprobada en la mayoría de los países y no está exenta de riesgos.
Además, los lentes de contacto de color siguen siendo una opción más segura para modificar temporalmente el color de los ojos.
Recuerda siempre consultar con un oftalmólogo antes de considerar cualquier procedimiento quirúrgico. La salud ocular es fundamental, y cualquier intervención debe realizarse con precaución y bajo supervisión médica.
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