Durante los primeros 90 días del año en curso, el país ha sido testigo de una escalofriante estadística que revela la cruda realidad de la violencia doméstica: cada hora, dos casos son reportados, según datos del Ministerio Público (MP). En total, se interpusieron 4.124 denuncias en este lapso, exponiendo una problemática que requiere atención urgente y un cambio cultural profundo.
Los datos revelan que la violencia doméstica no conoce fronteras geográficas, afectando a varias provincias del país. La mayoría de los casos se concentran en Panamá y Panamá Oeste, seguidos de Chiriquí, Veraguas, Coclé, Colón, San Miguelito, Herrera, Los Santos y Darién. Este flagelo, en sus múltiples formas, está cobrando un precio inaceptable en la sociedad panameña.
La violencia doméstica no se limita a actos físicos evidentes; también incluye formas más sutiles de abuso, como la manipulación emocional y la coerción económica. El Ministerio Público advierte que las penas por este delito van desde los 5 hasta los 15 años, pero la verdadera batalla se libra en el cambio de mentalidad y cultura arraigada.
El sociólogo Marco Gandásegui señaló que la violencia doméstica está estrechamente ligada a las estructuras sociales y de género, donde persisten roles tradicionales que otorgan al hombre una posición dominante sobre la mujer. Estas nociones, heredadas de generación en generación, perpetúan un ciclo destructivo que se manifiesta en la violencia intrafamiliar.
Expertos coinciden en que la violencia doméstica es un ciclo insidioso que comienza con una fase de luna de miel, seguida de tensión y agresiones, para luego repetirse. Las víctimas, muchas veces atrapadas en un laberinto emocional, mantienen la esperanza de un cambio en sus parejas, ignorando los peligros hasta que es demasiado tarde.
Para combatir este flagelo, es fundamental un enfoque integral que incluya la educación, la concientización y el apoyo a las víctimas. El Ministerio de la Mujer ofrece centros de atención integral en todo el país, así como una línea telefónica de ayuda disponible las 24 horas, los 7 días de la semana.
La ministra de la Mujer, Juana Herrera, destacó que las denuncias de violencia doméstica están en aumento, lo cual podría interpretarse como un indicio de que las mujeres están rompiendo el silencio y buscando ayuda. Sin embargo, subrayó la necesidad urgente de cambiar la percepción social sobre este problema y erradicar la idea de que la violencia doméstica es algo normal.
El sociólogo Danilo Toro enfatizó que el país enfrenta una crisis de violencia arraigada en su tejido social, con la violencia doméstica como uno de sus síntomas más visibles. Abordar esta problemática requiere un compromiso colectivo y acciones concretas para transformar una cultura de violencia en una de respeto y equidad.
