La planta de tratamiento Federico Guardia Conte, encargada de suministrar agua a más de un millón de usuarios en Panamá, enfrenta serias deficiencias que afectan la continuidad del servicio. Un reciente estudio realizado por la propia institución identificó diez puntos críticos en la infraestructura de la planta, destacando problemas en las áreas eléctrica, hidráulica y de mantenimiento de equipos.
El informe, elaborado en mayo de 2024, revela que la subestación eléctrica de la planta carece de un interruptor de potencia de control remoto, lo que pone en riesgo tanto la producción como la seguridad de los técnicos. También se encontraron deficiencias en el tendido eléctrico de media tensión, la Estación de Bombeo de Agua Cruda (EBAC), y en los equipos de dosificación utilizados para tratar la turbiedad del agua. Los floculadores, sedimentadores y filtros también requieren atención urgente.
La falta de mantenimiento en estos equipos, junto con una escasez de personal capacitado, ha llevado a una inversión estimada en 50.4 millones de dólares para actualizar y reparar los sistemas afectados. Esta inversión incluye la mejora en equipos de bombeo, infraestructura eléctrica, y sistemas de filtración y sedimentación.
El pasado jueves, 22 de agosto de 2024, más de un millón de usuarios en el distrito de Panamá y San Miguelito experimentaron una interrupción del suministro de agua debido a fallas en las estaciones de bombeo del Lago Alajuela. El Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) reportó un evento eléctrico anormal que provocó una disminución en la producción de agua cruda. El director del Idaan, Juan Antonio Ducret, informó que se identificaron problemas en los conectores de los viaductos que llevaron a reducir la producción al 80% mientras se efectuaban reparaciones.
El nivel del Lago Alajuela, que alimenta la planta, también juega un papel crucial en la capacidad de producción de agua. A medida que el nivel del lago disminuye, se requieren más bombas y energía para mantener el flujo adecuado. El Idaan está trabajando en nuevas líneas de conducción y una toma flotante para mejorar la eficiencia en la extracción de agua y optimizar el uso del embalse durante las temporadas secas.
La situación resalta la necesidad urgente de realizar inversiones en la infraestructura de la planta para garantizar un suministro continuo y confiable de agua a los residentes de la capital y sus alrededores.
