La calificadora Fitch Ratings reafirmó la calificación crediticia de Panamá en BB+ con perspectiva estable, dejando al país aún fuera del grado de inversión. Esta decisión refleja tanto los desafíos estructurales como los factores económicos que impactan el crecimiento del país.
En su informe, Fitch proyecta que el crecimiento económico se desacelerará a un 2.8% del PIB en 2024, en comparación con el 7.4% registrado en 2023. La calificadora menciona que, aunque el impacto del cierre de la mina fue menor de lo esperado, el crecimiento en actividades no mineras sigue alineado con las previsiones previas (4.5%).
Además, Fitch estima que el déficit del Sector Público No Financiero (SPNF) aumentará a un 7% del PIB en 2024, frente al 3% del año anterior. La deuda pública también continúa en ascenso y se proyecta que alcanzará el 63.5% del PIB al cierre de 2024, lo que eleva la presión fiscal y la relación de intereses sobre ingresos al 19.1%, un nivel crítico para recuperar el grado de inversión.
Entre los aspectos positivos, la calificadora destacó el alto PIB per cápita, la baja inflación y la estabilidad macrofinanciera impulsada por la dolarización, así como las perspectivas de crecimiento a mediano plazo centradas en las actividades logísticas y el Canal de Panamá. Sin embargo, advirtió que estos factores se ven contrarrestados por las deficiencias en gobernanza y finanzas públicas, especialmente la estrecha base de ingresos y la creciente dependencia de financiamiento externo.
Por otro lado, Fitch resaltó los desafíos que enfrenta la administración de José Raúl Mulino, especialmente en la reforma del sistema de seguridad social y la necesidad de credibilidad y previsibilidad fiscal. El Gobierno, por su parte, reafirma su compromiso con la disciplina financiera y con implementar medidas que conduzcan a una senda descendente de la deuda pública.