Durante la sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, representantes de Israel y de Irán se enfrentaron verbalmente sobre el reciente ataque llevado a cabo por Irán, y las posibles consecuencias que esto podría tener.
El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, afirmó que su país se reserva el derecho a responder al ataque de Irán, a pesar de los llamamientos internacionales a la calma. En sus palabras, “Este ataque cruzó todas las líneas rojas e Israel se reserva el derecho legal a responder. No somos la rana en el agua hirviendo: somos una nación de leones”.
Por otro lado, el régimen de Teherán defendió su acción, argumentando que fue en “defensa propia”. El embajador de Irán ante la ONU, Saeed Iravani, declaró que su país “no busca la escalada ni la guerra en la región”, pero que responderá ante cualquier amenaza o agresión de acuerdo con la ley internacional.
Estados Unidos, por su parte, intenta disminuir la tensión entre las partes y ha pedido a ambas naciones que muestren moderación en sus acciones.
La situación ha llevado a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, donde el secretario general, António Guterres, ha instado a la máxima moderación y ha advertido sobre el peligro de un conflicto generalizado en Oriente Medio.
Las tensiones entre Israel e Irán se han exacerbado en los últimos tiempos, con acusaciones mutuas de agresión y ataques. La comunidad internacional está observando de cerca la situación, con la esperanza de evitar una escalada que podría tener consecuencias devastadoras para la región.