Un niño de 4 años ha causado un gran revuelo en el Museo Hecht de Haifa, Israel, al romper accidentalmente un jarrón de 3500 años de antigüedad. El valioso jarrón, que databa de la Edad de Bronce y había estado en exhibición durante 35 años, se encontraba sin protección de vidrio para permitir una experiencia más cercana con el público. El accidente ocurrió cuando el niño, impulsado por su curiosidad, movió el jarrón y provocó su caída.
El padre del niño, Alex Geller, expresó su sorpresa y preocupación tras el incidente, temiendo posibles repercusiones legales o económicas. Sin embargo, el museo ha manejado la situación con comprensión, invitando a la familia a una visita guiada y considerando el evento como un accidente en lugar de vandalismo. Además, han decidido documentar el proceso de restauración del jarrón como una oportunidad educativa para enseñar sobre la preservación del patrimonio histórico.
El proceso de restauración, que ya está en marcha, empleará tecnología avanzada como escaneo 3D para reconstruir el jarrón de manera precisa. Se espera que el artefacto vuelva a estar en exhibición una vez completada la restauración, transformando el desafortunado incidente en una lección sobre la fragilidad y la importancia de preservar la historia.
