Han pasado 48 años desde el asesinato de Jorge Falconett (22 años) y Bettzy Marlenne Mendizábal (19 años), desaparecidos el 30 de enero de 1976 en Mariato, Veraguas.
¡Justicia! es el grito que aún trasciende en los años. Marlenne, una joven estudiante del bachiller en ciencias del Instituto Nacional, y Jorge, graduando de ingeniería civil del Instituto Politécnico de la Universidad de Panamá. Dos jóvenes novios que decidieron pasar días de su verano en la provincia de Veraguas, sin saber que no regresarían con vida.
No fue hasta tres día después desde aquel 30 de enero cuando en la búsqueda, el cadáver de Marlenne yacía tres kilómetros río arriba de la desembocadura del Río Negro, atado con sus cabellos a las raíces de un árbol de mangle, vestida, con el cuello amoratado y con dos orificios de bala, pero el cuerpo de Falconett nunca se halló. Entre los objetos encontrados había casquillos de bala, una pañoleta con mancha de sangre y un suéter del desaparecido.
La investigación del crimen aún permanece sin respuestas, pero la memoria de estos dos jóvenes permanece en la historia de los muertos y desaparecidos durante la dictadura militar del régimen torrijista. Así nace la Comisión de la Verdad en el 2001, obligándose a desmantelar los crímenes ocurridos durante el periodo de tal dictadura, aunque sus límites estaban en tratar de investigar casos con más de tres o cuatro décadas de ocurridos, justo como el de Falconett y Mendizábal.
Aunque el Departamento Nacional de Investigaciones (DENI) tomó el caso en 1976, debido a la relación de los acusados con el gobierno militar, las autoridades en ese momento evitaron que se desarrollara una investigación con voluntad que estableciera los hechos de su muerte, declarando años después un sobreseimiento en amparo a los imputados.
Muchas fueron las marchas y protestas que las familias Falconett y Mendizábal iniciaron para alzar la voz de ambos desaparecidos, pero pocas fueron las conquistas por llegar a la verdad. Panamá no olvida.