¡Detente! Tu hígado no necesita que bebas tanto alcohol.
El órgano más grande de tu cuerpo es el hígado, imprescindible para un montón de mecanismos corporales. Entre todas sus tareas, el alcohol es una de esas toxinas que el hígado necesita descomponer.
Cuando se bebe alcohol, el primer órgano que entra en contacto al ingerir la bebida al cuerpo es el hígado, convirtiéndose en el más vulnerable a sus consecuencias. Aunque existen otros órganos, como el cerebro y el corazón que también reciben efectos a largo plazo tras beber de forma desmedida alcohol.
El alcohol engrasa el hígado provocando la inflamación del órgano, este responde tratando de sanar creando tejido cicatricial, pero cuando no se puede controlar, el hígado se convierte en una especie de red con pequeñas partes de hígado útil, uno de ellos, la cirrosis.
Si la cirrosis está en una etapa avanzada, el hígado fallaría causando ictericia (cuando una persona se pone amarilla), hinchazón líquida, sueño involuntario y confusión. En casos extremos, puede llegar a causar muerte.
Una persona podría tener hígado graso si atraviesa el límite de consumo, es decir 14 unidades de bebidas alcohólicas a la semana. Esto a largo plazo provocaría algunas cicatrices y también cirrosis.
Las buenas noticias es que si alguien con hígado graso abandona el consumo excesivo de alcohol, bastarían dos o tres semanas para que su hígado pueda volver a la normalidad y cumplir con su función.
Quienes sufren de inflamación hepática o cicatrices pequeñas, a los siete días sin su cuerpo ingerir alcohol observarán una reducción de grasa, inflamación y cicatrices hepáticas.
Existen dos probabilidades para quienes consumen alcohol empedernidamente: se reduce la posibilidad de grave insuficiencia hepática y su hígado volvería a la normalidad, ó podría convertirse en un paciente con síndrome de abstinencia. Todo se trata de las normas en cómo se reducirá el consumo.
Lo más seguro es consultar con un especialista para evitar riesgos y no renunciar al alcohol de un solo golpe, hacerlo sin las recomendaciones adecuadas puede provocar ataques, alucinaciones, inclusive la muerte.
Un buen sueño, funcionamiento cerebral y tensión arterial son efectos positivos tras dejar el alcohol.
Evitar el consumo de alcohol también eliminaría las posibilidades de padecer cáncer (como de páncreas, hígado o colon), también reduce la causa de accidentes cerebrovasculares y cardiopatías.
Existen muchas formas de cuidar la salud, el consumo excesivo del alcohol es uno de ellos, pero no es el único. Una excelente actividad física y dieta balanceada son parte de una prolongada vida.
Si quieres un hígado en buen estado, no consumas alcohol. El poder regenerativo del hígado es impresionante, pero nunca volverá a ser el mismo.