En un mundo en constante cambio, donde las energías fósiles pierden terreno frente a la búsqueda de alternativas sostenibles, América Latina emerge con una posibilidad prometedora: transformar el turismo en su nuevo petróleo. Esta visión, impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para el Turismo (ONU Turismo), se cimenta en la sólida convicción de que la región tiene el potencial de convertir sus recursos naturales y culturales en una fuente de riqueza económica.
La directora ejecutiva de ONU Turismo, Natalia Bayona, ha destacado la importancia de que el turismo se convierta en un pilar fundamental de la política de gobierno, el desarrollo económico y la planificación urbana y rural en los países latinoamericanos. Esta transformación, señala Bayona, no solo requerirá un enfoque de largo plazo, sino también un compromiso decidido con la educación y un plan estatal sólidamente estructurado.
Países como Colombia ya vislumbran la posibilidad de que el turismo se equipare en importancia a la industria petrolera, un enfoque estratégico que la ONU Turismo considera acertado y con potencial de éxito a mediano plazo.
En términos económicos, el turismo ya ha demostrado su impacto significativo en la región. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante el período de 2017 a 2021, esta industria representó en promedio más del 16% del producto económico y del empleo en países como México, Uruguay, Argentina y Chile. Estas cifras subrayan el potencial latente del turismo para generar ingresos y empleo en América Latina.
En contraste, los ingresos fiscales relacionados con los hidrocarburos, aunque importantes, han experimentado una tendencia menos alentadora. Sin embargo, para lograr que el turismo alcance su máximo potencial, es necesario un compromiso a largo plazo por parte de los gobiernos y una coordinación efectiva entre diferentes ministerios.
Bayona destaca el ejemplo de Costa Rica, que ha logrado un desarrollo turístico sostenible gracias a una política de Estado consistente a lo largo de los años. También reconoce los esfuerzos de países como México y República Dominicana en la promoción del turismo.
Uno de los principales desafíos que enfrenta el sector es la falta de educación especializada en turismo. Actualmente, muchas personas que trabajan en el sector carecen de la formación adecuada, lo que limita su capacidad para ofrecer servicios de calidad y dificulta el crecimiento de la industria.
Bayona hace hincapié en la necesidad de impulsar la educación en turismo y de crear oportunidades para el desarrollo de habilidades técnicas en áreas como la gestión hotelera, el transporte y el marketing turístico.
Además, subraya la importancia de fomentar la innovación y la digitalización en el sector para mejorar la competitividad y la eficiencia de las empresas turísticas, especialmente las pequeñas y medianas empresas (pymes).
En resumen, América Latina tiene el potencial de convertirse en un destino turístico líder a nivel mundial, pero para lograrlo, es fundamental invertir en educación, promover políticas públicas coherentes y fomentar la innovación en toda la cadena de valor del turismo. Con el compromiso adecuado, el turismo podría convertirse en la nueva fuente de riqueza de la región.
