Hoy, la comunidad despide con profundo dolor a Juan David García González, un joven de tan solo 16 años, cuya vida fue truncada de forma brutal. Su cuerpo fue hallado en un edificio abandonado, en un estado que refleja el horror de su último momento: amordazado, con las manos atadas y evidentes signos de violencia.
El adolescente había desaparecido días antes, y su muerte deja una herida abierta en todos los que lo conocieron. Mientras sus seres queridos le dan su último adiós en la iglesia Santa María de Belén, en Tocumen, el dolor se mezcla con la búsqueda de justicia. Un joven de 15 años ha sido imputado por su asesinato y enfrenta detención provisional, mientras las investigaciones continúan.
Este acto de violencia no solo ha arrebatado a un hijo, hermano y amigo, sino que también ha dejado una sombra de tristeza en la comunidad, que aún intenta entender cómo alguien tan joven pudo ser víctima de un crimen tan atroz.