La industria de la construcción de viviendas en el interior de Panamá atraviesa una de sus peores crisis, con más del 95% de los proyectos habitacionales paralizados a nivel nacional. Así lo confirmó Jacobo Bentolila, reconocido desarrollador inmobiliario en la provincia de Coclé, quien además señaló que la mayoría de las promotoras han tenido que reducir considerablemente sus planillas administrativas debido a la grave situación.
La paralización del sector se debe, en gran parte, a la expiración del Fondo Solidario de Vivienda, un programa estatal que ofrecía un bono de 10 mil dólares como abono inicial para la compra de casas con un valor de hasta 70 mil dólares. Tras el vencimiento de este beneficio, los bancos estatales, entre ellos el Banco Nacional de Panamá y la Caja de Ahorros, suspendieron el financiamiento para este segmento de viviendas, endurecieron los requisitos para la aprobación de préstamos hipotecarios y, en muchos casos, anularon cartas de crédito que ya habían sido preaprobadas.
Según Bentolila, la situación es aún más grave para aquellos compradores que ya contaban con hipotecas aprobadas y tenían en su poder cartas de promesa irrevocable de pago, pues recientemente fueron notificados de que sus solicitudes han sido rechazadas. Esta incertidumbre financiera ha generado frustración entre las familias que aspiraban a obtener su vivienda propia, mientras que los promotores inmobiliarios advierten que, de no restablecerse rápidamente los incentivos y el respaldo bancario, el sector podría enfrentar un colapso irreversible.
El gremio constructor ha solicitado al gobierno medidas urgentes para reactivar los proyectos y restablecer los programas de financiamiento, con el objetivo de evitar un impacto económico aún mayor en el sector laboral y en las familias panameñas que sueñan con adquirir su hogar.