La travesía por el Tapón del Darién ha sido históricamente una de las rutas más peligrosas para los migrantes que buscan llegar a América del Norte. Sin embargo, recientes informes indican que muchos están optando por una ruta marítima en el Caribe panameño, enfrentando riesgos aún mayores.
Según un artículo de BBC Mundo, los migrantes están embarcando en lanchas en el Caribe panameño, describiendo esta experiencia como “mucho peor que cruzar el Darién”. Esta ruta marítima, aunque aparentemente más rápida, expone a los migrantes a peligros como condiciones climáticas adversas, embarcaciones en mal estado y la amenaza de grupos criminales.
Las autoridades panameñas han expresado su preocupación por el incremento de migrantes que eligen esta peligrosa vía. Se están implementando medidas para disuadir el uso de estas rutas ilegales y garantizar la seguridad de quienes buscan un futuro mejor lejos de sus países de origen.
Organizaciones internacionales y defensores de los derechos humanos instan a los gobiernos de la región a abordar las causas fundamentales de la migración y a ofrecer alternativas seguras para aquellos que se ven obligados a abandonar sus hogares.
Mientras tanto, los migrantes continúan enfrentando decisiones difíciles en su búsqueda de seguridad y oportunidades, navegando por rutas que, aunque prometen esperanza, están llenas de incertidumbre y peligro.
