Nuevas tarifas impactarán a los minoristas chinos y a los consumidores estadounidenses
Las plataformas de comercio electrónico Shein y Temu, conocidas por sus precios accesibles y su creciente popularidad en Estados Unidos, enfrentarán un nuevo desafío: una tasa extra del 30% sobre los productos que envíen al país. Esta medida, impulsada por el gobierno estadounidense, busca reducir la ventaja competitiva de los minoristas chinos y fortalecer el mercado local.
¿Por qué se aplica esta nueva tarifa?
El gobierno de EE.UU. ha expresado su preocupación por la facilidad con la que plataformas extranjeras, como Shein y Temu, han inundado el mercado con productos de bajo costo, evadiendo en muchos casos aranceles tradicionales mediante el uso del sistema de “mínimos de minimis”. Este mecanismo permite que envíos individuales de menos de $800 ingresen al país sin pagar impuestos ni cumplir con regulaciones aduaneras estrictas.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses han considerado que esto genera una competencia desigual con los minoristas locales y afecta a la industria manufacturera nacional. Además, se han señalado preocupaciones sobre la seguridad de los productos y las condiciones laborales en las fábricas donde se producen estos artículos.
Impacto en consumidores y vendedores
Esta nueva tasa del 30% representará un golpe significativo para Shein y Temu, que han construido su éxito en la promesa de precios ultra bajos y envíos rápidos. Con el aumento de costos, los consumidores en EE.UU. podrían ver reflejado este impuesto en precios más altos o en cambios en las estrategias de envío y distribución de ambas compañías.
Por otro lado, expertos en comercio internacional advierten que la medida podría provocar represalias por parte de China, lo que intensificaría aún más la guerra comercial entre ambas potencias.
¿Qué pasará ahora?
Las empresas afectadas podrían buscar alternativas para mitigar el impacto de la nueva tarifa, como el establecimiento de almacenes en EE.UU. o cambios en sus modelos de negocio. Sin embargo, la incertidumbre sobre futuras regulaciones sigue siendo un factor clave en la evolución del comercio digital transnacional.