El panorama económico de Panamá ha experimentado un cambio notable tras la elección de José Raúl Mulino como presidente. La promesa de un gobierno “proempresa privada” ha generado un impulso positivo en los mercados financieros, reflejado en el notable aumento de los bonos del gobierno panameño, que lideraron las ganancias en América Latina este lunes.
Los bonos con vencimiento en 2063 registraron un aumento significativo, alcanzando los 64,8 centavos por dólar, en respuesta al discurso de victoria de Mulino, quien se comprometió a fortalecer el sector privado y la economía del país.
Sin embargo, el nuevo presidente enfrenta desafíos significativos, especialmente en un congreso fragmentado donde su partido tendrá una minoría. La tarea de fortalecer la economía y las finanzas públicas se presenta como una labor ardua que requerirá consensos en un entorno político diverso.
El cierre inesperado de la mina de cobre de First Quantum Minerals Ltd. el año pasado ha añadido presión adicional sobre la administración entrante, con agencias calificadoras como Fitch Ratings reduciendo la calificación crediticia del país a “basura”. Este contexto subraya la importancia de las reformas fiscales y de pensiones que Mulino deberá abordar con prontitud.
Los analistas expresan cautela y optimismo a partes iguales. Aunque reconocen el respaldo popular hacia la agenda económica de Mulino, también señalan los desafíos inherentes a la construcción de gobernabilidad en el futuro. La incertidumbre persiste en cuanto a la implementación de políticas clave, como el ajuste fiscal y la regulación minera.
No obstante, la elección de Mulino representa un rayo de esperanza para los mercados, que esperan con interés los primeros anuncios del nuevo presidente en materia económica. Mientras tanto, los inversores mantienen un ojo atento en la evolución de la situación política y económica en Panamá, conscientes de los riesgos y oportunidades que se presentan en el horizonte.
