Conmemoración del Levantamiento Dule: 99 Años de Lucha y Memoria
En un emotivo recuerdo, la comunidad gunadule conmemora el 99 aniversario de su levantamiento contra la opresión del régimen panameño en los primeros años de la República. Esta fecha se celebra con diversas actividades y propuestas artísticas que buscan mantener viva la memoria de este acontecimiento crucial para la identidad del pueblo gunadule, también conocido como guna.
Cada año, la Revolución Dule revive en Guna Yala a través de representaciones teatrales, donde se recrean los enfrentamientos, los gritos y la valentía de aquellos que se alzaron contra la injusticia. Estas manifestaciones culturales son esenciales para conservar la historia y transmitirla a las generaciones futuras.
El largometraje “Bila Burba”, dirigido por el cineasta guna Duiren Wagua, es una de las principales actividades conmemorativas. Presentado en el Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam en 2023, este filme se proyecta en el Museo de la Mola durante todo el mes de febrero de 2024, recordando los 99 años de este suceso trascendental.
La Revolución Dule de 1925 fue una sublevación contra los abusos de las autoridades panameñas, que buscaban imponer sus usos y costumbres al pueblo gunadule en la región de San Blas. Este levantamiento fue una respuesta a la violencia y la desconsideración hacia la cultura y la identidad del pueblo guna.
Las figuras fundamentales en este movimiento rebelde fueron Nele Kantule e Simral Colman, líderes que comprendieron la necesidad de actuar contra la opresión. A través de su valentía y determinación, sentaron las bases para la resistencia y la preservación de la cultura gunadule.
La lucha armada iniciada el 22 de febrero de 1925 demostró la firme determinación del pueblo gunadule por defender su territorio y su autonomía. Aunque los enfrentamientos fueron sangrientos, con un saldo de muertes y heridos en ambos bandos, el gobierno nacional finalmente intervino para buscar una solución pacífica.
El acuerdo de paz alcanzado el 4 de marzo de 1925 representó un hito en la historia del pueblo gunadule. A cambio del cese de la violencia, el gobierno se comprometió a respetar los usos y costumbres gunas y a no imponer la educación en castellano, sentando las bases para el reconocimiento y la protección de la identidad cultural del pueblo gunadule.
Aunque aún quedaba mucho por recorrer en términos de demarcación territorial y autonomía, el levantamiento de 1925 marcó un paso decisivo en la lucha por la preservación de la cultura y la identidad del pueblo gunadule.