Un estudio revelador de Oxfam pone al descubierto la cruda realidad detrás del cambio climático: mientras el 1% más rico del planeta es responsable de emisiones de carbono equiparables a las de 5.000 millones de personas, la carga de sus consecuencias recae desproporcionadamente en los más desfavorecidos.
Los datos son contundentes: apenas diez naciones son responsables de casi el 70% de las emisiones globales de CO2. Encabezando la lista se encuentra China, seguida de Estados Unidos e India, que juntas representan más de la mitad de estas emisiones.
La desigualdad en la producción de petróleo tampoco pasa desapercibida: según la Administración de Información Energética (EIA), en 2023, Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita dominaron el escenario petrolero, contribuyendo con la impresionante suma de 32,7 millones de barriles diarios.
Este panorama plantea una pregunta incómoda: ¿es justo que los países desarrollados, que son los principales contaminantes, exijan a las naciones más pobres que restrinjan su explotación de recursos para combatir el cambio climático?
Expertos y líderes cuestionan este doble rasero, instando a una redistribución más equitativa de la responsabilidad y los esfuerzos para abordar esta crisis global. La lucha contra el cambio climático debe ser, ante todo, una empresa conjunta y justa que no deje atrás a los más vulnerables.
Lamentablemente . Es una triste realidad . Y los pobres son los culpas de la basura que ells mismo generan “ricos poderos”