La red criminal desmantelada el pasado jueves 15 de agosto, en la operación Jericó utilizaba el distrito de San Miguelito como su centro principal para el acopio de drogas y la modificación de vehículos destinados al transporte de estas sustancias. La operación reveló la profundidad y el alcance de la organización delictiva.
Durante el cuarto día de audiencias contra 29 imputados por blanqueo de capitales y narcotráfico, el fiscal de drogas, Joseph Díaz, presentó evidencia clave sobre la estructura de la red. Díaz explicó que Francisco Oliver Serrano, uno de los presuntos líderes, mantenía un equipo en San Miguelito que facilitaba la entrada de drogas procedentes de Darién y Chepo.
La investigación, según Díaz, mostró que Serrano estaba involucrado en el 80% de las interceptaciones realizadas, impartiendo instrucciones para el traslado de al menos 1,500 kilos de droga. La red también operaba en Darién, donde se utilizaban indígenas locales y funcionarios del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) para asegurar los cargamentos.
El contacto principal de la red en Darién, Olona Bicy González, coordinaba el transporte de drogas desde Colombia a través de las trochas hasta Chepo. Además, se descubrió que algunos funcionarios del Senafront estaban involucrados en el tráfico de drogas, colaborando con la red criminal.
La investigación reveló que Francisco Villarreal y José Makenzi eran responsables de recibir los cargamentos de droga en la provincia de Los Santos. La red también estaba implicada en el robo de drogas a organizaciones rivales en el área de Azuero.
Durante las audiencias, se confirmó la entrega de los prófugos Omar Alexander Ortega y Luis Pitti, quienes serán presentados ante un juez de garantías en las próximas horas. Ortega, presuntamente vinculado a la empresa Servicios Múltiples Rama, que se usaba para blanquear capitales, y Pitti, se encuentran ahora bajo custodia.
La operación Jericó ha puesto de manifiesto la complejidad de la red y su capacidad para infiltrarse en instituciones clave, marcando un avance significativo en la lucha contra el narcotráfico y el blanqueo de capitales en el país.