La avenida B sigue cerrada por supuestas reparaciones, pero la verdad parece que dejaron a unos bebés jugando a ser albañiles, porque el semejante desnivel que dejaron y que es simplemente inaceptable.
“En Panamá, todo se hace mal, no importa quien gobierne”, aseguran transeúntes del lugar. Además, por culpa de esta “gran obra”, los comercios están pagando el precio, ya que no trabajan en horarios nocturnos. ¡Bravo, una genialidad!
Alguien debería llamar a un verdadero arquitecto para que documente esta verdadera maravilla de parcheo.