La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha recortado por tercera vez en el año sus tasas de interés, esta vez en un cuarto de punto. Esta decisión es parte de un esfuerzo por aliviar la presión económica derivada de las elevadas tasas de interés que se implementaron previamente para controlar la inflación. La medida no fue unánime, ya que Beth Hammack, presidenta de la Fed de Cleveland, fue la única en disidencia, prefiriendo mantener las tasas en su nivel actual.
La Fed continúa enfocada en mantener la estabilidad económica, con la inflación aún por encima de su objetivo del 2%. Sin embargo, la economía estadounidense ha mostrado una notable resiliencia frente a las tasas de interés elevadas. La Fed proyecta que la inflación alcanzará su objetivo de 2% en 2027, un año más tarde de lo que se estimaba anteriormente. En cuanto al crecimiento económico, las proyecciones sugieren una expansión moderada en 2025, sin una recesión a la vista, lo que da cierto optimismo sobre la fortaleza de la economía estadounidense en el próximo año.
A pesar de un crecimiento económico sólido, la inflación persiste, especialmente en sectores como vivienda, alimentos y bienes. La alta inflación sigue siendo una preocupación principal, pero la Fed sigue confiando en que podrá controlar las presiones de precios sin que esto implique una recesión. Las políticas del presidente electo, Donald Trump, que prometen recortes fiscales y reducción de regulaciones, podrían impulsar aún más el crecimiento, aunque también traen consigo el riesgo de generar más inflación, especialmente si se implementan aranceles sobre bienes de China, México y Canadá.
En resumen, la economía de Estados Unidos continúa mostrando signos de crecimiento sólido, pero la inflación sigue siendo un desafío clave. La Fed está tomando medidas cautelosas y se prepara para un futuro económico moderadamente optimista, mientras sigue enfrentando los desafíos derivados de la inflación persistente.