El presidente de la República, José Raúl Mulino, encabezó hoy la toma de posesión de los altos comisionados Ricardo Gago Salineros y Ricardo Bermúdez Dutary, quienes estarán a cargo de la restauración de la Parroquia San Felipe de Portobelo y la valorización del Casco Histórico de Colón, respectivamente. El acto se llevó a cabo en el Salón Amarillo del Palacio de Las Garzas y fue coordinado por la ministra de Cultura, Maruja Herrera.
Durante la ceremonia, el presidente Mulino expresó su firme compromiso con el desarrollo turístico y cultural de la región. En su discurso, Mulino detalló su visión para transformar la Iglesia de San Felipe de Portobelo en una atracción turística de renombre, similar a la experiencia que ofrece República Dominicana con el Museo de la Catedral. El mandatario confía en que estos trabajos estarán completados para 2026, coincidiendo con la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) y una Cumbre Presidencial Bolivariana que se celebrarán en la capital panameña.
“Espero que para entonces, así como me llevaron a Santo Domingo a ver la catedral, podamos llevar a los dignatarios de ambos eventos a Portobelo para que contemplen la restaurada iglesia. Este proyecto no solo será un hito en la preservación histórica, sino también un impulso para el turismo y el desarrollo económico de Colón”, declaró Mulino.
Además, el presidente anunció la construcción de una nueva plaza en Colón, que beneficiará a residentes y visitantes, y subrayó los esfuerzos en curso para mejorar la seguridad y combatir la violencia en la zona.
Por su parte, la ministra de Cultura, Maruja Herrera, destacó la importancia del evento, calificándolo como un hito en el compromiso del gobierno con la preservación del patrimonio cultural. Herrera enfatizó que la restauración de la Iglesia de San Felipe y la revitalización del centro histórico de Colón son cruciales para recuperar el esplendor arquitectónico y cultural de la región.
Portobelo y San Lorenzo, reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1980, son testimonio de la relevancia histórica de la región. La iglesia de San Felipe, hogar del venerado Cristo Negro, ha sido un centro espiritual y cultural significativo para Panamá y el mundo.
