En un alarmante reflejo de las consecuencias del cambio climático, organizaciones ambientalistas y autoridades mexicanas han reportado un significativo número de monos aulladores muertos o en estado crítico debido a las temperaturas extremas en los estados sureños de Tabasco y Chiapas.
Desde el 5 de mayo, al menos 83 monos han sido encontrados muertos, según datos proporcionados por Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta (Cobius). Esta organización está actualmente protegiendo a dos crías y proporcionando asistencia a aproximadamente 35 comunidades entre Comalcalco y Cunduacán en Tabasco, llevando agua y verificando la salud de los monos.
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ha iniciado investigaciones para determinar las causas exactas de estas muertes. Entre las hipótesis se incluye el uso de agroquímicos tóxicos, además de la obvia contribución del calor extremo.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había pronosticado temperaturas máximas de hasta 45 grados Celsius en Chiapas, Tabasco y otros seis estados para el 5 de mayo, coincidiendo con la segunda ola de calor del año. Esta situación ha provocado una “emergencia de mortandad” de monos saraguatos, una especie en peligro de extinción, según Cobius.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó este lunes que se ofrecerá apoyo a Sergio Valenzuela, un médico biólogo zootecnista que está utilizando sus propios recursos para ayudar a los monos afectados, tal como le informó un periodista durante su conferencia de prensa matutina.
En Tabasco, el Instituto de Protección Civil del Estado (IPCET) ha organizado brigadas para rescatar y asistir a los monos aulladores que caen muertos desde los árboles debido a la deshidratación. “Se les habilita bebederos y se les proporciona alimentos, principalmente frutas, para que los monos se mantengan hidratados y puedan soportar los calores intensos”, explicó el IPCET en un comunicado, subrayando la colaboración de voluntarios de la sociedad civil.
El IPCET confirmó el hallazgo de cuatro monos aulladores muertos, uno de ellos un bebé que no resistió la deshidratación avanzada.
El 16 de mayo, la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural de Chiapas también se pronunció sobre esta situación, señalando que se están investigando las causas de las muertes y los problemas de salud, y resaltando la necesidad de considerar las altas temperaturas como un factor determinante.
Los testimonios de las organizaciones ambientalistas y las autoridades locales resaltan la gravedad de la situación. Los monos aulladores, conocidos por su capacidad de trepar árboles y su distintivo aullido, están sucumbiendo a condiciones climáticas extremas que superan su capacidad de adaptación. Las temperaturas récord no solo afectan a los monos, sino que también ponen en riesgo a otras especies y a los ecosistemas locales.
Los expertos en conservación están alarmados. “La situación es crítica,” comentó un portavoz de Cobius. “Estamos viendo un impacto directo del cambio climático en nuestra fauna. Estos monos son indicativos de un problema mayor que afecta a toda la región.”
Los esfuerzos de rescate y mitigación continúan, pero la solución a largo plazo requiere una acción climática urgente y efectiva. El cambio climático está exacerbando los eventos climáticos extremos, y las especies vulnerables, como los monos aulladores, están pagando el precio más alto.
Las imágenes de monos caídos desde los árboles se han vuelto virales, sensibilizando a la opinión pública sobre la urgente necesidad de medidas de conservación. Las autoridades y las organizaciones están llamando a una respuesta coordinada y global para abordar el cambio climático y proteger a las especies en peligro de extinción.
En conclusión, la situación de los monos aulladores en México subraya la interconexión entre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Las temperaturas extremas no solo están afectando a los humanos, sino que también están causando estragos en la fauna local. La comunidad internacional debe tomar nota y actuar con decisión para mitigar los efectos del cambio climático y preservar nuestro planeta para futuras generaciones.