En lo que va del presente año, un total de 216,000 migrantes irregulares han ingresado a Panamá tras atravesar la imponente selva de Darién desde Colombia, según el último informe de las autoridades de seguridad del país.
La nueva administración ha implementado estrategias para mitigar el tránsito irregular a través del tapón del Darién, incluyendo la instalación de cercas de alambre para controlar mejor el flujo migratorio. Panamá ha cerrado cinco puntos de acceso en la región para mejorar el control sobre los viajeros irregulares. Actualmente, el ingreso se permite únicamente por el sector de Cañas Blancas, donde los migrantes continúan su traslado hacia Bajo Chiquito bajo la vigilancia del Servicio Nacional de Fronteras.
El Ministerio de Seguridad ha informado que, después de cruzar el Darién, los migrantes viajan en piraguas durante más de cuatro horas hasta llegar a Lajas Blancas, y posteriormente son transportados en autobuses hasta Costa Rica. Este año, se ha registrado la llegada de 181 menores de edad no acompañados, quienes han sido asistidos tanto por el gobierno como por organizaciones no gubernamentales en el área.
En comparación con los datos del año pasado, cuando se registraron 520,085 migrantes irregulares, la cifra actual muestra una disminución. En 2022, el total de migrantes que cruzaron la selva de Darién fue de 248,824.