Ruiz Díaz aclaró que la solicitud de su hija en 2020 fue para una beca basada en el rendimiento académico, pero se transformó en un auxilio económico. Aseguró que nunca solicitó ni un préstamo ni un auxilio, y por ello decidió devolver el dinero.
El vicealcalde también mencionó la ausencia de procedimientos claros para convertir auxilios en préstamos, indicando que cualquier cambio en las normativas requeriría la aprobación de todos los beneficiarios.
Por su parte, Jaime Díaz, director del IFARHU, anunció que se están implementando ajustes para evitar la discrecionalidad en la asignación de los auxilios. Díaz reveló que se deben recuperar aproximadamente $38 millones entregados a personas que no cumplían con los requisitos del programa, incluyendo casos de beneficiarios que nunca asistieron a estudios.
El director del IFARHU subrayó que el auxilio no es un programa de donaciones y pidió que se evite la desinformación que perjudica la percepción del programa. Díaz agregó que cualquier modificación en la normativa deberá respetar la legalidad y contar con el consentimiento de los beneficiarios afectados.